Bebidas energéticas y personas neurodivergentes: ¿una combinación peligrosa?

En los últimos años, las bebidas energéticas se han vuelto parte del día a día de muchos jóvenes y adultos. Con su promesa de aumentar el estado de alerta y combatir la fatiga, parecen una solución rápida para quienes necesitan mantenerse enfocados. Sin embargo, esta aparente «ayuda» puede tener efectos adversos, especialmente en personas neurodivergentes.

¿Qué entendemos por neurodivergencia?

El término neurodivergente se refiere a personas cuyos cerebros funcionan de manera diferente a lo considerado «típico» o neurotípico. Esto incluye condiciones como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), el Trastorno del Espectro Autista (TEA), la dislexia, y otras formas de procesamiento neurológico atípico.

¿Qué contienen las bebidas energéticas?

Estas bebidas suelen tener altas concentraciones de cafeína, azúcar, taurina, guaraná y otras sustancias estimulantes. En combinación, estos ingredientes pueden afectar el sistema nervioso central de forma intensa y rápida.

¿Qué riesgos representan para personas neurodivergentes?
  1. TDAH y sobreestimulación: Muchas personas con TDAH ya tienen un sistema nervioso hiperactivo. El consumo de bebidas energéticas puede causar un incremento significativo de la ansiedad, irritabilidad y problemas para dormir.

  2. Autismo y sensibilidad sensorial: Las personas dentro del espectro autista pueden tener una mayor sensibilidad a los estímulos. Los efectos de la cafeína —como el aumento del ritmo cardíaco y la agitación— pueden resultar angustiantes y difíciles de manejar.

  3. Interacción con medicamentos: Muchos neurodivergentes toman medicación psiquiátrica (como estimulantes o antidepresivos). Las bebidas energéticas pueden interactuar negativamente con estos fármacos, alterando su eficacia o causando efectos secundarios.

  4. Regulación emocional: El consumo excesivo de estimulantes puede dificultar aún más la autorregulación emocional y la concentración, dos áreas ya sensibles en muchas personas neurodivergentes.

¿Qué alternativas existen?
  • Infusiones naturales con bajo contenido en cafeína (como el té verde).

  • Rutinas de sueño más estables.

  • Alimentación balanceada para mantener los niveles de energía de forma sostenida.

  • Consulta con profesionales de la salud para estrategias personalizadas.

Aunque las bebidas energéticas puedan parecer una solución práctica para mejorar el rendimiento, su consumo en personas neurodivergentes requiere una atención especial. Comprender cómo afecta cada cuerpo es clave para cuidar la salud mental y física.