Reinicia sin extremos – cómo volver a moverte y alimentarte bien al final del verano

Agosto llega a su fin y muchas personas sienten la necesidad de “reiniciar”: volver a moverse, comer más equilibrado y recuperar hábitos que quizás se soltaron durante las vacaciones. Pero si no lo hacemos con calma y realismo, podemos caer en el error de buscar resultados rápidos, dietas restrictivas o rutinas deportivas insostenibles.

Este es un buen momento para reconectar con tu cuerpo, no para castigarlo.

Nutrición post-verano: suavidad, no restricción

Después de semanas de comidas más calóricas, desorden de horarios o exceso de azúcar y alcohol, es normal que el cuerpo pida ligereza. Pero eso no significa saltarse comidas o hacer “detox” extremos.

¿Qué sí funciona?
  • Volver a una estructura básica: desayuno, comida y cena + snacks según tus señales de hambre.

  • Aumentar frutas y verduras frescas, sin eliminar grupos de alimentos.

  • Rehidratarte bien con agua, infusiones frías o agua con limón.

  • Volver a cocinar en casa de forma sencilla (no necesitas volverte gourmet).

  • Incluir proteínas saciantes (huevo, legumbres, pescado, tofu) para estabilizar tu energía.

Movimiento gradual y amable

Tu cuerpo no necesita compensar nada. Lo que necesita es volver a moverse de forma progresiva, reconectando con el placer del ejercicio.

Buenas formas de comenzar:
  • Caminar todos los días 20-30 minutos, idealmente al aire libre.

  • Movimientos suaves: estiramientos, movilidad articular, yoga, Pilates.

  • Ejercicio funcional en casa (con tu peso corporal) para evitar la sobrecarga.

  • Evitar entrenar por “culpa” y volver a hacerlo por bienestar y energía.

Enfoque neurodivergente: estructura simple, estímulo claro

Para personas con TDAH, autismo o disautonomía, volver a una rutina saludable puede sentirse abrumador. Aquí algunas estrategias:

  • Establece horarios visuales o alarmas para comidas y movimiento.

  • Usa checklists simples o recordatorios con íconos (comí proteína, tomé agua, salí a caminar).

  • Si el gimnasio es demasiado estimulante, opta por entrenar en casa o al aire libre.

  • En vez de “dieta”, piensa en rutinas de autorregulación corporal: cómo ciertos alimentos o movimientos te hacen sentir más claro/a, más tranquilo/a, más energizado/a.

 

No necesitas hacer un “reset”. Solo necesitas reconectar con lo que te hace sentir bien, paso a paso, sin prisas ni presión. Tu salud no se mide por cuán estricto seas en septiembre, sino por lo sostenido y amable que seas contigo mismo en el proceso.