Tengo problemas de digestión ¿Seré celíaco? Mucha gente piensa, equivocadamente, que, por el hecho de tener algunos problemas digestivos, se puede padecer de celiaquía, pero no es así.
Y, entonces ¿Cómo puedo saber si soy celíaco? Aunque cada vez se conoce más sobre esta enfermedad, y tenemos más alimentos que ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen, es importante saber que se trata de un trastorno sistémico que afecta a entre el 1 y el 2% de la población.
Afortunadamente, la mayoría de las dolencias digestivas que sufre la población no son sinónimo de padecer celiaquía, aunque muchas personas se empeñan en comprar productos sin glúten por si acaso. ¡¡Esto es un error!! Así que, si tienes dudas y sospechas de que puedes ser celíaco, lee lo que te vamos a contar.
Aunque la celiaquía no es una enfermedad de carácter intestinal, sí es cierto que existen determinados síntomas relacionados con problemas digestivos, que te pueden dar la voz de alarma.
Principales síntomas
Lo primero que debemos anotar son los síntomas, que son diferentes en niños, adolescentes y adultos. Veamos:
- En niños los síntomas más comunes pasan por distensión abdominal, bajo peso, baja talla, diarreas, vómitos, anemia, etc. Los síntomas de la celiaquía son muy variados y difusos, y pueden indicar otros problemas diferentes a la celiaquía, por eso siempre antes de eliminar el gluten se recomienda tener un diagnóstico confirmado al 100%.
- La celiaquía en la adolescencia, puede hacer que los síntomas remitan y por eso es una etapa en la que su diagnóstico puede ser más complicado.
- En la población adulta, además de los problemas digestivos, podemos tener otros síntomas que, en principio pueden no relacionarse directamente con la celiaquía, pero que sí son indicadores de que podemos tenerla: infertilidad, problemas de hígado, tiroides, osteoporosis y en las mujeres, abortos.
La intolerancia al gluten es una señal
El gluten es una proteína o conjunto de proteínas de origen vegetal presente en determinados cereales. Los más habituales son el trigo, la cebada, el centeno, la avena y sus derivados -kamut, triticale, espelta o escanda, bulgur, etc-.
La avena, aunque se incluye dentro de este grupo de cereales con gluten, de forma general, en realidad es un cereal sin gluten, pero antes de consumirlo, las personas celiacas tienen que tener en cuenta de dónde procede por si viene contaminada en el cultivo o bien en la cadena de suministro.
El gluten no es un elemento imprescindible para el ser humano, y desde el punto de vista nutricional, los expertos afirman que no es especialmente interesante, pero sí son interesantes las cualidades que aporta a las masas, les da elasticidad, esponjosidad, etc. De ahí que sea una proteína muy empleada por la industria alimentaria.
Si notas que los alimentos con gluten te están sentando mal, y lo tienes claramente comprobado, lo más recomendable es que acudas a tu médico para confirmar si eres o no celíaco.
En cualquiera de los casos, los síntomas más comunes para saber si eres celíaco suelen ser la diarrea, el estreñimiento, la sensación de estar llenos, la distensión abdominal o los vómitos.
Familiares celíacos
La enfermedad celíaca es hereditaria, pero no todas las personas con riesgo genético la desarrollarán. En otras palabras, los padres pueden transmitir genes a sus hijos, pero la predisposición genética es solo uno de los factores que hace que una persona pueda desarrollar la celiaquía.
Según los estudios actuales, los familiares de primer grado de un celíaco tienen un 10% más de probabilidades de desarrollar celiaquía, así que mira en tu entorno y si tienes familia celíaca, presta aún más atención.
Un simple análisis de sangre es todo lo que se necesita para evaluar si alguien puede tener celiaquía. Por eso es importante que consultes al médico si tienes diarrea o malestar digestivo que dura más de dos semanas. Y en el caso de tu hijo si está pálido, irritable o no crece, o tiene una barriga y heces con mal olor y voluminosas.
Asegúrate de consultar al médico antes de probar una dieta sin gluten. Si suspendes o incluso reduces la cantidad de gluten que consumes antes de que te hagan la prueba para la enfermedad celíaca, puedes cambiar los resultados de la prueba.
La celiaquía asintomática, la más complicada de controlar
Que una persona con celiaquía asintomática no presente síntomas o signos externos, no significa que su intestino no esté siendo dañado. Por eso es fundamental llevar un control de nuestra salud con analíticas anuales.
El único tratamiento para la celiaquía es la dieta sin gluten de manera estricta y de por vida. El gluten es una proteína presente en cereales como el trigo, la cebada, el centeno y la avena principalmente, que daña las vellosidades intestinales cuando es ingerida por un celíaco.
En resumen, estas son las principales claves:
- Es una enfermedad autoinmune, no una intolerancia
- Se da en individuos predispuestos genéticamente
- Puede desarrollarse en cualquier momento de la vida
- Es una enfermedad crónica, no se cura
- Provoca síntomas digestivos y extradigestivos
- El único tratamiento efectivo es la dieta estricta sin gluten